Hay un tipo de turismo muy popular en ciertas zonas de Europa. ¿Quién no conoce la ruta de los castillos del Loira, aunque sea de oídas? ¿Y la de los castillos alemanes? Es cierto que estos dos ejemplos son particularmente espectaculares, pero en la apuesta de Huespeding por el turismo de calidad no podemos sino invitarte a pasear por los castillos más pintorescos que salpican la Costa del Sol. ¿Te apetece una pequeña inmersión en la historia de los mejores castillos de la provincia? ¡Vamos allá!
Los mejores castillos de la provincia:
Gibralfaro: un entorno de cuento de hadas
No podíamos comenzar este recorrido sin mencionar Gibralfaro y la Alcazaba. Este entorno domina toda la ciudad de Málaga, y lo podemos vislumbrar desde distintos puntos del centro (la plaza de la Merced, la calle Alcazabilla…). Pero para disfrutar de la magia de sus rincones hay que subir a verlo.
Su historia se remonta arranca en la civilización fenicia y se extiende hasta el siglo XIV, en los últimos tiempos de Al-Ándalus, cuando el rey Yusuf I convirtió el alcázar en una fortaleza inexpugnable hasta casi el final de esta etapa de la historia de España, con el asedio de los Reyes Católicos en 1487.
Aunque durante años sus ruinas estuvieron condenadas al abandono, en 1977 se acometió su restauración y hoy es un enclave espectacular desde el que se puede divisar toda la costa. Merece mucho la pena visitarlo: sus precios son de lo más asequible.
Sin duda, se trata uno de los mejores y más icónicos castillos de la provincia
Sohail: otro recuerdo de Al-Ándalus
Como seguramente sabrás, los árabes vivieron en la Península Ibérica desde el año 711 hasta 1492. En todos esos siglos dejaron numerosos monumentos, sobre todo en Andalucía. Y más allá de la Alhambra o la Mezquita, existen otros como Gibralfaro o este castillo Sohail, que se puede visitar en Fuengirola.
Sobre un asentamiento grecolatino, Abderramán III mandó construir esta fortaleza para fortalecer las defensas costeras. Al igual que ocurrió con Gibralfaro, el asedio de los cristianos en 1485 lo destruyó; lo que hoy vemos es la reconstrucción llevada a cabo tras aquel asedio, que ha contemplado grandes momentos de la historia, como podrás descubrir si lo visitas.
Colomares: un simpático homenaje al descubrimiento de América
Y enlazamos Reyes Católicos con otro episodio de su historia. Allá por el año 1987, un doctor, Esteban Martín, junto a dos albañiles, tuvo la idea de crear un castillo que recordara la gesta de Cristóbal Colón. Así nació el castillo de Colomares, en Benalmádena: una mezcla de estilos (neogótico, neorrománico, neomudéjar, neobizantino) cuya forma exterior recuerda a la quilla de un barco y que alberga en su interior curiosos elementos (vidrieras, una pequeña iglesia y hasta una pagoda) que lo convierten en uno de los mejores castillos de la provincia, todos estos elementos te sorprenderán si decides visitarlo.
El Bil-Bil: todo un icono de la Costa del Sol
Construido entre la segunda y la tercera década del siglo XX, este edificio, también en Benalmádena, con reminiscencias árabes y fachada rojiza, se ha convertido por méritos propios en un símbolo de la Costa del Sol.
En realidad se trata de una residencia que un matrimonio alemán encargó al prestigioso arquitecto Enrique Atencia, y que nunca llegaron a habitar debido al estallido de la guerra civil. Sus segundos propietarios son los que le dieron al castillo el curioso nombre por el que lo conocemos y que tiene resonancias árabes, como su arquitectura: Elsa (El), William (Bil) y William hijo (Bil).
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