Si hay algo característico de la Costa del Sol es el pescao frito (o en diminutivo, pescaíto, pero jamás pronunciando la D) y las sardinas

Cada vez son más los turistas que demandan sostenibilidad en sus destinos. En un mundo en el que el respeto al planeta se impone sobre otro tipo de objetivos, es de imaginar que quienes viajan busquen también no solo un destino turístico de ensueño, sino también un alojamiento sostenible.

Málaga cuenta con un promedio anual de 300 días sin lluvias al año: no parece casual que sea la capital de la Costa del Sol. Por eso, recorrerla en bicicleta es uno de los grandes placeres que uno puede permitirse cuando la visita; no solo por practicar un turismo diverso y sostenible, que también, sino porque la ciudad, prácticamente llana, cuenta con más de 44 kilómetros de carril bici. Por si fuera poco, Málaga es también una ciudad con una enorme oferta museística, así que ¿qué tal un día de museos en bici? Te proponemos esta ruta, fácil e interesante.

La Costa del Sol apetece todo el año. No es solo el clima, que suele acompañar, ni la playa, que suma puntos a la actividad de la zona, o que haya una enorme oferta de alquiler turístico de calidad: es que cada año hay nuevos eventos que van sumándose a los ya existentes. Para no perderte, si vienes a lo largo de esta primavera, toma nota de estos diez: seguro que alguno coincide con tu estancia y la enriquece.

Tendemos, y es normal, a identificar la Costa del Sol con eso, con costa. Sin embargo, el turismo de calidad y más sostenible comienza a expandirse con fuerza también hacia el interior. Eso obedece, por una parte, a que en Málaga se cuida cada vez más el desarrollo sostenible también en el sector turístico, y por otra, a que hay verdaderos tesoros para el visitante que no están a pie de playa. En este post queremos llevarte de paseo por los rincones no tan conocidos, pero realmente hermosos, del interior de la Costa del Sol.