Málaga cuenta con un promedio anual de 300 días sin lluvias al año: no parece casual que sea la capital de la Costa del Sol. Por eso, recorrerla en bicicleta es uno de los grandes placeres que uno puede permitirse cuando la visita; no solo por practicar un turismo diverso y sostenible, que también, sino porque la ciudad, prácticamente llana, cuenta con más de 44 kilómetros de carril bici. Por si fuera poco, Málaga es también una ciudad con una enorme oferta museística, así que ¿qué tal un día de museos en bici? Te proponemos esta ruta, fácil e interesante.
¿Llevas bici o necesitas alquilarla?
Quizá tienes tu propia bicicleta pero, si no es así, Málaga cuenta con numerosas empresas de alquiler de bicicletas. Puedes alquilarla por horas o por días completos (el precio está en torno a 20 €, sin contar la noche). Los museos que te vamos a proponer tienen cerca un aparcabicis (aquí va un mapa) y, por supuesto, lo normal es que la empresa de alquiler te incluya casco y candado para bicicleta.
¡Empezamos!
Arrancamos junto al puerto. En la c/ Juan Peralta, 2 tenemos un aparcabicis y, a dos minutos, el Museo de la Aduana. Abre a las 9 de la mañana, por lo que es perfecto para inaugurar el día. En él encontrarás una fantástica colección pictórica, escultórica y arqueológica que ronda las 18.000 piezas, por lo que el tiempo que destines a verlo lo pones tú.
Segunda parada. En la c/ Cervantes, 13 puedes aparcar tu bici: a cinco minutos a pie está el Centre Pompidou Málaga. Merece la pena no solo por sus exposiciones vanguardistas, sino también por el propio edificio, coronado por un cubo de colores. Abre a las 11, por lo que, si te queda un rato, puedes disfrutar de un café en cualquiera de los magníficos locales y terrazas que lo rodean.
Siguiente parada: CAC Málaga
Nos dirigimos hacia el oeste, en paralelo a la costa. Junto al Puente del Perchel, en la avenida del Comandante Benítez, puedes volver a dejar la bici para pasear por el CAC Málaga, un antiguo mercado de mayoristas al pie del Guadalmedina y donde los amantes del arte más vanguardista también van a disfrutar de lo lindo.
¡Pero habrá que comer!
Evidentemente, una jornada de museos también cansa, y más si vas pedaleando. Así que puedes aprovechar para interrumpirla degustando un buen pescado frito o a la brasa en uno de los chiringuitos de la costa. Y, como vas en bicicleta, ¿qué te parece un precioso recorrido por el paseo marítimo hasta Huelin? Es un antiguo barrio de pescadores reconvertido en zona turística donde, además de pescado, existen mil y una ofertas gastronómicas para todos los gustos y bolsillos.
En calle Pintor de la Fuente Grima, 58 tienes un aparcamiento para tu bici, desde donde podrás dirigirte a cualquier local de la zona, descansar las piernas y alegrar el estómago.
Algunas consideraciones
- Existen otros museos realmente interesantes en el centro histórico, como son el Museo Picasso y la Casa Natal de Picasso, separados entre sí por apenas 400 m. Puedes comenzar tu ruta allí y bajar a pie hasta el Museo de la Aduana. Te llevará unos cinco minutos.
- Si vienes con niños, también en el centro puedes acercarte hasta el MIMMA, un museo interactivo de la música con el que los más pequeños lo pasarán en grande.
- Existen tarjetas que merecen la pena como la Málaga Pass, con la que puedes beneficiarte de reducciones de precio en museos, restaurantes, comercios y hoteles, además de ahorrarte tiempo en los accesos.
- La oferta gastronómica de la ciudad es enorme, por lo que, si aprietan el hambre o la sed, cerca de cualquiera de estos museos cuentas con un abanico de restaurantes y bares donde reponer fuerzas.
